Palco
Ven, apiadémonos de los que
tienen más fortuna que nosotros.
Ven, amiga, y recuerda
que los ricos tienen mayordomos en vez de amigos,
y nosotros tenemos amigos en vez de mayordomos. El desván-Ezra Pound
Pavlova maravilla gira en
el escenario
Alza sus finos brazos
Y en punta de pies
Nos hace olvidar tu nada santa piedad confesada
Ella gira y gira
Todos tienen amigos
La aurora roza la espalda de
Todos
Pavlova maravilla se inclina
Y tú me convences de
que es tiempo
De dormir juntos
Sin piedad
Tedio
Y
este cuerno de carne que me come
Y
este baile de bocinas que me botan
Te
pregunta te interroga te examina
Un
micrófono tuerto una aspirina
Y
me alejo dormida en la techumbre
Paloma
tímida
Ratón
de biblioteca
De
palabra sucia
Y
de náufrago de voz desconocida
Que
aplaude atiborrado de algas y denuedo
Me
coito me copulo me destello
En
la sombra del árbol hojas tedio
Letargo
relámpago que azota
Pesadilla
de plantel y de ficción
Empapado
de lengua y de cincel
Rebota
Rebota Rebota
Y
me hago astillas
De
mentira me solazo
Me
destapo
Total el cansancio el hastío
Y
la penumbra
Llama
a un sueño de eterno y de relajo.
Poema 52
Quiero ser el poema 52
Quiero ser
Desde la buhardilla de mi seso
Desde el subterráneo del YO
Ser y ser
Verbo del fangal de tu boca
De tu lúbrica vena
Hiedra arteria de palpita corazón y sien
Masa de tus gradas
Desde el mediodía al amanecer
Desde la ansiedad y el límite
Ser y Ser
El oblicuo ojo de tu vientre
Marcado por tu huacha zapatilla
Marcado por tu manta ecuatoriana
Y tus calcetines de rojo verde y azul
Si, eso, si
Poema 52 en la procesadora de tu oficio
De este libro enésimo
Y es que sé, lo sé
Que los elefantes no duermen
(Danzan y danzan en el perímetro inútil)
Presumido título
De tu nuevo libro
De casino y
ruleta
Los símbolos de la noche despiertan
Las llamas encolerizan los ojos
Duendes y lobeznos desgarran
Azotan el seso de ágiles notas
En sintonía con la señal escondida
Nada verdad nada mentira
El espinazo relativo del peregrino
Hace nido en la hipocondría / en el verbo oculto
Y la solitaria soledad de soledades en
Cópula con la tecla y el signo
se reclina en el extremo placer
De un juego sempiterno
Casino y ruleta de condena
(Seducción de más de un millón de
dólares –
digo- más que
una propuesta indecente)
Esta lengua parlante/Lenguaraz de saliva reseca
Articula violines sellados y
Traslada en párvulos soliloquios
Nada verdad / Nada mentira
Esfera del encierro relativo
Madera de foco insolente que provoca
Casino y ruleta/ Ateneo de
Apuestas de-mentes
Y maniáticas jugadas
Expuestas
Muy relativa
/ re-la-ti-va-mente
Claraboya
Las bellas ventanas abiertas y cerradas
Suspendidas de los labios del día
Las bellas ventanas en camisa
Las bellas ventanas de cabellos de fuego en la noche negra
Las bellas ventanas de gritos de alarma y de besos
Nudo de espejos, André Breton
De cielo y nubarrones errantes
de diamantes y olas
mies y brillantes
olas olas
olas de fuego parlanchinas
te visten/visten
con signos
que fulgen en el
paladar galáctico
Te engalanan titilantes
Los carros de
pomas
Los habitantes de
Barrios excéntricos paradójicos
Se desprenden
(En nudos de puntilla)
Los pájaros de tinta
Que la utopía traza en el pulgar del viento
Escandalosos inconvenientes
Los aeronautas combinan el delirio con la velocidad
Instalados sobre las nubes abren sus capullos
inciertos
La libación del sueño el nervio la prisa
Horizontal exhausta
De ojos
sostenidos elucubro
Y todo lo amado es bello de belleza bellísima
Claraboya
De muslos abiertos
Claraboya de ojos cerrados
Azules como los párpados
Empapados de besos
En el distrito quimérico
Arriba de mí en lo alto
Olas y olas
de espuma y
fuego
Hablan parlanchinas
De besos y aguaceros
Divinidad abierta y
cerrada
Que en-ga-la-na.
Latidos
Arte de los días arte de las noches
Estoy en la ventana muy lejos de una ciudad llena de
terror.
No ha lugar, André Breton
Si contara los latidos
Estrellados contra mi almohada
Germinarían los corales
Con su lluvia de heridas y temores
Temores de quedar eternamente
Rodeada de sombras
Que giran y
giran
Invisibles/ InvencibleS
TIC/TAC
Niego la recurrente presión del árbol
Niego la recurrente estocada de las campanas
Niego la recurrente amenaza de las gotas de agua
Ensombreciendo mi ventana
Humedeciendo los oídos
Perturbando el Arte de los días/Arte de las noches
(Del que me habló Breton en su ocupada paranoia)
Niego los cambios de horarios
Que alteran los punteros del reloj
Que ahogan los estanques
Con el ulular del viento
Y sus oscuras cadenas etéreas
Paralizando los carros de luz
Ni Árbol
Ni campana
Ni gotas
Estancando los latidos
Oficio de día/oficio de noche
Hormiga
Cantando tú vas
Cantando
Liada de azúcares
Pariendo estrellas en las cenizas del tiempo
Desoyendo
En tu vientre de vid
La antorcha del hambre
Vas
Mar turbulento
Catarata de espigas
Roble que marcha
Entre alcores y cañadas
En tus sandalias
Fulge el sol
Y cielos galopan
Cantando tú vas
Cantando
Liada de azúcares
En los arrabales
Ocultas el trueno
La andadura de guijarros
Guerrera del día
Cazadora de lobos
Coreando vas
Y rompes barrotes
el acuario la jaula el puente
el castillo
pez pájaro duende reina de ti
No lanzas la primera piedra
(No quieres engañarte una vez más)
Y alzas el vuelo
Tu vuelo
De fuego
Anti-zapatilla
“….ella conversa:
«Connaissez-vous Ostende?».
La gorjeante dama italiana en la otra
punta del restaurante
replica con cierta altivez,
pero yo espero pacientemente
a ver cómo Celestine vuelve a ponerse las zapatillas.” Zapatillas negras- Ezra Pound
replica con cierta altivez,
pero yo espero pacientemente
a ver cómo Celestine vuelve a ponerse las zapatillas.” Zapatillas negras- Ezra Pound
No me quito las zapatillas Don Ezra
No tengo medias blancas
Jamás pondría los pies sobre una
servilleta
(Me atrevería a ponerlos entre sus
rodillas)
Tampoco soy italiana
No reclamo sino bizarramente
No voy a restaurantes aristocráticos
(Sólo como hamburguesas con ají)
No escucho más gemidos
Que el sordo arrullo de las palomas
El zumbido de los mosquitos
El sonido agudo y burlón de las gaviotas
Y claro
El jadeo de los vecinos cuando hacen el
amor
El lloriqueo de los buses de mi barrio
del Sur
(Aquí, en la cola, cola del orbe)
Sí, así es
No conozco Ostende de Flandes Occidental
Mmmmmm………………..advierto
Que pretende engañarme con la tal
Celestina
Cuénteme,
¿Qué tiene que ver Ud., con la ciudad más
británica de Bélgica?
Dolorosamente descubro que lo único que
nos une es
Que ambos no creemos en el romance y que
Celestina es suficiente para usted.
Marie Grubbe
“Ignora Señora, que hay en el mundo una
sociedad secreta que se podría nombrar la compañía de los
"melancólicos".
Jens Peter Jacobsen
He
Buscado
Marie
He
Buscado
el corazón más
grande y la sangre más viva;
anhelo y deseo
mucho más;
aspiro con
ardor,
y mis pasiones
son vehementes
Se niega voz y
letra
Marie
Materia
de poeta, carne y sangre de poeta
Te
desapareces
Te
niegas
Ignoras
que
Busco flores
bajo las hojas muertas
Y
sé
de tristeza y
desesperanza
Todo
es breve e imperfecto…
Tanto
que eres capaz de negarte
A
la figura del último suspiro
Marie,
Marie
Eres
la misma felicidad que se me niega
Conociendo
mi nombre, mi rutina y esta hambre
Este
melancólico placer
Que
me entumece
Y
me deshace
Y
me trastorna
Des-ha-ce Con-fun-de
Complica
Y
es celda de carcoma que
Él
Enunció.
Álamo Paradoja
Yo canto, canto sin querer,
necesariamente, irremediablemente, fatalmente, al azar de 1os sucesos, como
quien come, bebe, o anda y porgue si; moriría si no cantase, moriría si no
cantase; el acontecimiento floreal del poema estimula mis nervios sonantes, no
puedo hablar, entono, pienso en canciones, no puedo hablar, no puedo hablar; lass
ruidosas, trascendentales epopeyas me definen ,e ignoro el sentido de mi
flauta; aprendí a cantar siendo
nebulosa, odio, odio las utilitarias, labores, zafias, cotidianas, prosaicas, y
amo la ociosidad ilustre de lo bello; cantar, *cantar, cantar. . , -He ahí lo
único que sabes, Pablo de Rokha! , . .
Te veo romper la noche con
Te veo romper la noche con
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